Hoy, 23 de enero, no hay cole. Pero ¿sabes por qué?
San Ildefonso fue arzobispo de Toledo del año 657 al 667.
La noche del 18 de diciembre del 665 San Ildefonso junto con sus
clérigos y algunos otros, fueron a la
iglesia, para cantar himnos en
honor a la Virgen María. Encontraron la capilla brillando con una luz
tan deslumbrante, que sintieron temor. Todos huyeron excepto Ildefonso y
sus dos diáconos. Estos entraron y se acercaron al altar. Ante ellos se
encontraba la Virgen María, sentada en la silla del obispo, rodeada por
una compañía de vírgenes entonando cantos celestiales. María al ir hizo
una seña con la cabeza para que se acercara. Habiendo obedecido, ella
fijó sus ojos sobre él y dijo: "Tu eres mi capellán y fiel notario.
Recibe esta casulla la cual mi Hijo te envía de su tesorería." Habiendo
dicho esto, la Virgen misma lo invistió, dándole las instrucciones de
usarla solamente en los días festivos designados en su honor.
Esta aparición y la casulla fueron pruebas tan claras, que el
concilio de Toledo ordenó un día de fiesta especial para perpetuar su
memoria.
En la Catedral de Toledo, aún se puede observar, protegida por una recia
reja, la piedra en la que la Virgen puso sus pies cuando se apareció a
San Ildefonso.
Fuente:
http://www.leyendasdetoledo.com