JUEGOS DE EDUCACIÓN FÍSICA EN HALLOWEEN

Queda poco para que llegue el día de Halloween y los coles se llenan de calabazas, esqueletos, monstruos...¡qué miedito! Vamos a conocer algunos juegos que podemos utilizar en nuestra clase de Educación Física para continuar la terrorífica fiesta.

 

1.-  Aros terroríficos.

 

Se reparten por el suelo aros (uno por participante). Cada aro contiene el dibujo de un personaje relacionado con Halloween: calabaza, bruja, fantasma, zombi, vampiro... Comienza a sonar la música y todos bailan por la pista. Cuando para la música, cada participante se mete en un aro y el profesor saca de "La bolsa del terror" un dibujo. Todos los que estén metidos en un aro que contenga el mismo dibujo que ha salido, quedan convertidos en zombis. Esto significa que, hasta el final del juego, podrán bailar cuando suene la música, pero no podrán entrar en ningún aro. Gana el último que aguante sin ser convertido en zombi.

 

2.- La Bruja Piruja.

Es un juego de gran grupo en el que la Bruja persigue al resto con su "escoba". Esta escoba puede ser una revista o un papel enrollado, un churro de foam (de los que se usan en la piscina), o cualquier otro objeto blandito con el que la bruja intentará tocar a los demás.

 

Cuando la bruja toca con su escoba a un jugador, intercambian los papeles: la bruja queda libre de su hechizo y el jugador tocado se convierte en bruja. 

 

Podemos variar el juego haciendo que no haya cambio de roles, sino que, el número de brujas vaya aumentando hasta que toda la clase sea un gran Akelarre.

3.- Las momias.

 

 

 

En grupos de 4 ó 5, uno se tumba en el suelo y el resto le van tapando con pañuelos o papel reutilizado.
Cuando suena el silbato, las momias cobran vida y corren a atrapar a algún humano, aunque no pertenezca a su grupo. 

Los humanos atrapados se convierten en momias en la siguiente ronda. 

 

 

 

 

4.- ¿Quién es el fantasma?

Mientras suena una música "terrorífica", los invitados a la fiesta fantasmal se desplazan libremente por
la zona de juego. Al parar la música, todos se tumban boca abajo y con los ojos cerrados. En ese momento, el profesor tapa con una sábana a uno de los jugadores.

A la señal, todos los demás se despiertan y tratan de adivinar quién es el fantasma. El primero que lo adivine, será el que tape a un compañero en la siguiente ronda.

 

Por cierto, en esta entrada del blog, te explico el origen de esta celebración. ¡Seguro que te va a sorprender!